Libros, fracasos y cosas

Estoy escondido en una esquina de mi habitación. Mi yo del pasado se ha vuelto loco y está reventándolo todo. Son cosas que no se pueden detener, pero uno aprende a encontrar recovecos en los que ocultarse. Si te ves sufrir desde fuera parece que sufres menos. O eso pienso. Mientras ocurre esto, puedo aprovechar para escribir un poco.

Lo del libro nuevo

No he vendido una mierda, pero eso es lo que me esperaba. Un tío se lo pilló por ebook un sábado y el lunes me dijo que le había encantado, me dio las gracias por escribirlo y me dijo que su personaje favorito era Sai, eso no me lo esperaba. Conseguí maquetarlo todo solo y que saliese adelante, eso no me lo esperaba. Un amigo me pasó una foto pillando una referencia, eso no me lo esperaba. Mi amigos siguen queriendo comprarme mis libros, eso no me lo esperaba. Sigo igual de ilusionado vendiendo 20 ejemplares tres años después de empezar, eso no me lo esperaba.

Fracasar

Me da igual que venga una IA a escribir mejor que yo, eso ya lo hace un montón de gente. Lo único que podría pasar es que tenga que ponerle un sello de «producto humano» a mi obra. El mercado ya está lleno de libros mejores que el mío. El mundo ya está lleno de personas más interesantes que yo. Siempre ha sido así, y cuanto más tiempo pase, mayor será el efecto.

Pero todavía hay gente que me otorga una oportunidad para abrirles un mundo nuevo. Todavía hay gente que se molesta en escribirme después de leerme para decirme que les ha gustado. Fracasar en esto todavía merece la pena.

Podría decirse

Podría decirse que todo esto no es más que una conversación conmigo mismo intentando autoconvencerme para no venirme abajo, y la verdad, efectivamente. También podría decirse que todo tipo de pensamiento, emoción, constructo, auto-habla, sentimiento, percepción o recuerdo es autoconvencimiento. Pero pensar eso también es autoconvencimiento, así que no le vamos a dar más vueltas.

A lo que venía

No lo sé. He vuelto a perder la cabeza. Llevo tres días intentando iniciar sesión en mi cerebro, pero no me mandan el código de seguridad. He perdido todos mis recuerdos y veinte gigas de capacidad. Esta tontería me la guardo por si algún día vuelvo a escribir poesía. Por si algún día puedo levantarme con ganas.

Me apetece crear contenido guay para Instagram en forma de reels. Sé que no viene a cuento ni creo que pegue mucho conmigo, pero tengo pequeñas ideas que creo que podrían quedar guay. Lo escribo con las manos recién lavadas, sin trazas de ironía en las yemas de mis dedos. Ya tengo alguno que otro escrito, pero no sé si llegaré a grabarlos. No sé si soy lo suficientemente carismático. Podría dejar que eso lo decidiese la gente, pero no es tan fácil. Simplemente quería dejarlo aquí, me ayuda a hacerme a la idea. Me gustaría que esta idea funcionase. Sería el inicio para dar rienda suelta a otras ideas mejores.

Tengo otras ideas mejores. Ideas para hacer cosas chulas que pueden cambiar un poco la forma actual de ver el mercado literario. A lo mejor es venirme arriba, pero creo que todavía se pueden hacer cosas originales y diferentes.

Un buen finde

Tenía para publicar esto tal cual, pero este fin de semana ha ocurrido que en el trabajo la gente se ha interesado por mi libro. Habré vendido 6 o 7. No he tenido yo que ofrecer ninguno, la gente me los ha pedido. No vi obligación en ellos, creo que de verdad lo querían. Si algún día llego a tener un bestseller, me gustaría que la sensación sea mínimamente parecida a haber vendido menos de una decena en un par de noches.