Pensé en hacer esto en un Qué pasa aquí, pero como no los llevo muy a rajatabla y terminé ayer el primer manuscrito de la novela, pues he decidido dedicar una entrada en el blog solo a hablar de ello.
Terminé el manuscrito el sábado, pero ayer a las 2:30 de la madrugada terminé de revisarlo todo. No habrá sido la revisión más exhaustiva del mundo, pero sí que he cambiado detalles que al principio cuadraban, pero como luego tomaba otra decisión ya dejaban de tener sentido, faltas de ortografía (pocas, por suerte), comas mal puestas (muchas, por desgracia) y añadir o quitar paja.
¿De qué estoy hablando? Si alguien ha seguido un poco este blog, sabrá que llevo un tiempo escribiendo una novela. Al principio iba a ser un relato corto de unas 20k palabras, que de hecho terminé hace tiempo. La verdad es que era una basura. No había por donde cogerlo, faltaban detalles, los personajes se quedaban cojos… Pero la idea me seguía gustando. Así que empecé de cero otra vez, me costó pillarle el ritmo, pero en estas Navidades volví a subirme al carro. Hemos terminado con un manuscrito de 97k palabras. No está mal, pienso yo.

El color de las emociones, es el título que he decidido. Al principio se llamaba Lo triste de ser feliz, cosa que puede llamar un poco la atención, pero no es del todo acertado con el libro. No sé realmente si hablar un poco de qué va, por lo que os diré muy poco de qué va. Es un futuro en el que la humanidad ha perdido la capacidad de tener emociones por sí misma. Todo se queda bastante mierda, como es de suponer. En la ciudad de Felicidad todo está establecido para que unos puedan emocionarse mientras que otros solo pueden ser felices (lo que aunque parezca que no, es una desgracia). Los protagonistas tienen que hacer movidas para cambiar las cosas a mejor. Eso es lo muy poco que os cuento hoy.
Terminar la novela ha sido liberador, porque en las últimas semanas no pensaba en otra cosa. Que me es lo que me gusta, pero ahora justo me entran exámenes y tal vez debo centrarme en ellos. Mi cabeza solo podía pensar que tenía que escribir, ideas para escribir, cosas que podían pasar, etc. Ahora tengo la mente más despejada en ese sentido. Aunque he de decir que hay otras dos ideas en la cola para ser escritas. Si por mí fuese me pondría hoy mismo a planearlas y escribirlas, pero soy consciente de que los descansos también son importantes. Por lo menos me daré un par de días de margen.

En esta novela he intentado buscar mi voz como escritor, cosa que vi en un curso de Laura Fernández y me pareció muy importante. Mientras escribía esto también he leído, y una de las cosas que he leído ha sido La señora Potter no es exactamente Santa Claus. Esa novela, como las otras de Laura, si tu coges una página cualquiera y me la enseñas yo sé que es una página de Laura. Me pareció algo muy importante, pues lo mismo me enseñó mi editor con los libros de poesía, algo a tener en cuenta y aprender. Pues bien: no lo he conseguido. Al menos, eso no.
He conseguido (creo que lo he conseguido) hacer personajes que tomen decisiones, que sean coherentes, que evolucionen y sean únicos. También he mejorado en cuanto a describir escenas o narrar acción. Trato diferentes temas a lo largo del libro, los cuales aunque no haga una tesis sobre ellos, creo que quedan bien tratados y con ideas para reflexionar sobre ellos. Aunque sigo pensando que está feo decirlo; creo que me ha quedado algo decente. Me alegra mucho cuando escribo algo que yo como lector disfrutaría, intento tener eso como pilar base. Así que si eso se cumple, todo lo demás vendrá solo.
Ahora, claro, el manuscrito me arde en las manos. Se lo he pasado a mi novia, que es la que da el visto bueno a lo que escribo, pero yo en mi cabeza ya pienso en enviárselo a 20 editoriales diferentes, a amigas para que le echen un ojo y que se convierta en algo gigante. Lo mismo me pasó con la anterior novela (porque he escrito otra novela, ¿lo sabías? pues eso), y mirad dónde ha quedado.
Justo también estoy viendo los capítulos de Malviviendo comentados por David y Antonio y hoy he visto una entrevista de David en El Sentido de la birra. Me encanta ver siempre cómo cuentan que sus inicios eran humildes, que no tenían nada y sacaban de donde no había. Yo evidentemente creo que tengo unos pocos de recursos más, es decir, pagaría a quien me maquete el libro y a quien me hiciese la portada y todo eso, pero sí que me llama la idea de hacerlo por mi cuenta, que sea algo mío y no tener a una editorial detrás. Porque a mí no me lee nadie, con editorial me leería unas pocas personas más, pero, ¿tantas más? A lo mejor si hago lo que yo quiera sale mejor. Pero no lo sé, así que le sigo dando vueltas

Ahora se me queda una habitación llena de post-its y folios con notas. He intentado planear la novela para saber qué iba a ocurrir en todo momento, pero siempre las cosas se me han ido descontrolando y por eso he llegado a tantas palabras. Me gusta dejarme llevar si pienso que eso que había planeado merece cambiar de rumbo o ser explicado de otra forma. Es lo bonito de esto, no saber por dónde va a tirar la historia hasta que la escribes. Teniendo unas ideas previas, claro.
Solo quería hablar un poco del tema, desahogarme y centrarme un poco. Supongo que el tiempo dirá qué pasa con esta novela, ojalá sea que la lee mucha gente. Voy a intentar olvidarme ahora mismo un poco, a leer todos los libros que tengo pendientes por leer y a estudiar mucho para no suspender.
A mí solo me importa leer y ponerme fuerte.
Mil gracias a todos por leerme.
La primera línea de este comentario va a ser para el cabron que te tira todo y te echa la bronca por irte a dormir tarde, solo decirle que lo amo.
Que ganas tengo ya de leer la novela (seguro que me encanta), la verdad que me hace mucha ilusión ver que ya está lista y que a ti también te gusta, lo más importante posiblemente.
Suerte en los exámenes y si necesitas cualquier cosa para la novela ya sabes 👉👈
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Muchas gracias cuerpo pero respeta porfa
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