He escrito una novela (otra)

El día 30 de junio de 2023 terminé mi último proyecto. Bueno, terminé el primer borrador, al proyecto todavía le queda pulirlo y retocarlo con dureza y cariño al mismo tiempo. Un primer borrador es algo muy bonito, poner el FIN y sentir que todo se ha quedado cuadrado hace que te invada una sensación increíble. No creo que sea mi mejor momento y alegrías así vienen genial.

Cada mes me llega un pago de WordPress y recuerdo que tengo el blog para algo, porque libros vendo pocos, así que debería echar más agua al atún. Ponerme a escribir sobre lo que me gusta, hacer más reseñas y reivindicar la vuelta a los blogs. Todas las redes sociales están colapsando, la gente se está cansando de la sobrecarga de contenido, solo nos queda venir a refugiarnos en lugares de paz y textos largos.

En realidad creo que todavía no quiero hablar mucho de la novela. Tengo grandes planes para ella, creo que puede ser una obra muy interesante y completa con un buen recorrido. Pero todavía no es momento para revelar nada. Realmente todavía no tengo ni el título, así que es que tampoco puedo decir mucho.

Como he dicho al principio, una vez se termina el primer borrador de una historia, toca revisarlo. Cada persona escritora lleva sus propios ritmos, yo hablaré aquí de los míos, que ni son los únicos ni son inamovibles para mí. Yo también cambio con el tiempo según voy aprendiendo.

Bien, pues nada más terminar suelo dejar unos días o una semana de margen, pero no dejo que la ilusión y las ganas que he acumulado escribiendo se diluyan. Ahí me pongo con una primera revisión del manuscrito entero, consciente de que he modificado cosas sobre la marcha, tengo notas sobre cambios que no he podido hacer y con unas pautas generales para seguir. Me tomo mi tiempo según el manuscrito para hacer esta revisión, no tengo prisa.

Después es cuando sí que toca lo más difícil: dejar el libro en el cajón. Sí, hay que darle a los libros un tiempo para que cojan polvo. Tienes que conseguir olvidarte un poco de la historia, hacer otras cosas, meter otra información en el cerebro y que se entremezcle con la que tenías. Esto suele durar entre tres meses y un año. Es muy difícil escribir algo y aceptar que estará parado tanto tiempo, pero es así.

Entonces cuando ya te has dado un tiempo para cambiar tú mismo, puedes volver a abrir el manuscrito y ver qué habías escrito. ¿Era tan bueno como pensabas? ¿Te estás dando cuenta de mil errores que antes no habías visto? ¿Merece la pena realmente? Hay muchas preguntas que se van contestando solas según vas leyendo.

Para mí lo más importante en esta parte del proceso son tres cosas: hacerme reír en algún momento, decir «joder, tenía razón» y sorprenderme con algo que no recordaba. Si se dan las tres cosas, normalmente es que sí que merecía la pena. Ya se pueden empezar a plantear ideas.

Pero estamos en el punto inicial. Ni siquiera le he metido la primera revisión, calma. No puedo precipitarme por mucho que quiera enviárselo ya a todas las editoriales de la galaxia. Esto tiene que leerlo todo el mundo, pero todavía no. Hay que dejar que las cosas se calienten, se enfríen y luego volver a calentarlas. Podríamos decir que una novela es un tupper de comida recalentado muchas veces.

Podríamos decir que una novela es un tupper de comida recalentado muchas veces.

Me ha gustado.

Iré subiendo las novedades. Ahora en verano voy a tener más tiempo para leer, además tengo una pila considerable esperándome. Seguro que puede caer alguna reseña guay. También tengo muchas ideas diferentes esperando. ¡Todavía se pueden hacer muchas cosas en la vida!

Mil gracias por leerme.

Publicado por paco el mago

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